Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente descendieron anoche del Cerro del Amor en Sierra de la Ventana ante los ojos de casi 10 000 visitantes, acompañados de sus pajes para repartir regalos a los niños buenos, y carbón a los más traviesos.
Fue antecedido de un espectáculo de fuegos artificiales que deslumbraron la ilusión de todos, iluminando la agradable noche serrana y marcando el inicio de esta fiesta provincial de los Reyes Magos.
Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a lomo de burro con todo su séquito al pesebre viviente, antes de visitar todas las casas cargados de juguetes y sorpresas.
Familias de todo el país se arremolinaron para ver y fotografiarse con los tres magos, antes de correr a recibir los regalos que entregaron a todos los niños allí reunidos.
Aunque el Día de los Reyes Magos, o Epifanía, tiene un origen religioso, conmemora la adoración de unos sabios llegados de Oriente al Niño Jesús que acaba de nacer, la costumbre más laica de sorprender el 6 de enero con juguetes y regalos a los niños data del siglo XIX.
La tradición cristiana cuenta que Melchor, Gaspar y Baltasar siguieron la Estrella de Belén, que les llevó hasta el pesebre en que nació el niño Jesús, donde adoraron al hijo de Dios y le ofrecieron oro, en señal de riqueza; incienso, que significa alabanza, y mirra, como presagio de la amargura que le esperaba.
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